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Divestadística ESTADÍSTICA AVANZADA

 

Los errores de las pruebas diagnósticas


Andrés Cabrera León
Licenciado en Ciencias y Técnicas Estadísticas
Profesor de Estadística – Escuela Andaluza de Salud Pública


Después de un rato en la sala de espera del Centro de Salud la pareja entró a la consulta de su médica de familia. Ese día conocerían los resultados de la primera analítica con motivo del embarazo. Todo normal, excepto la prueba de anticuerpos VIH que dio positiva. La futura madre, situada tras la pantalla de un ordenador que dificultaba el contacto visual con su médica, preguntó al borde del llanto: “¿Cómo es posible?”. El marido, desconcertado, cogió la mano de su mujer y tras unos segundos preguntó: “Debe tratarse de un error, ¿no?”. La médica contestó: “Podría ser. Estas pruebas no son infalibles. Siempre hay una probabilidad de equivocarse. Lo mejor es repetirla”. Tras diez días de agónica espera para los nuevos resultados, la pareja acudió de nuevo a su Centro de Salud. Esta vez, la misma prueba dio negativa. La mujer preguntó: “Entonces doctora, no tengo VIH, ¿verdad?”…


Estadística avanzada. Los errores de las pruebas diagnósticas

A lo largo de nuestra vida, son muchas las ocasiones en las que una prueba o test nos dice si tenemos o no una enfermedad. En la viñeta anterior, la prueba determinaba si la mujer tenía o no VIH a partir de una medida objetiva, el análisis de sangre. Otra medida objetiva podría ser el análisis de orina para saber si una mujer está o no embarazada o si un hombre tiene o no cáncer de próstata. Otras pruebas, en cambio, utilizan medidas subjetivas, como aquellas que se basan en un cuestionario para valorar stress, violencia o riesgo de suicidio, o en la observación de una imagen, como una mamografía para diagnosticar cáncer de pecho.


Estas pruebas, que permiten saber fácil y rápidamente si una persona tiene o no una determinada enfermedad o condición, son conocidas como pruebas diagnósticas. Pero desgraciadamente ninguna es infalible. Todas se equivocan, ya que son incapaces de eliminar los errores que se producen al realizar las mediciones. Afortunadamente, la Estadística puede medir el error que cometen y, de esta manera, saber qué prueba es la que menos se equivoca al diagnosticar una enfermedad. Esto, junto con otros criterios como su coste, la facilidad de aplicación o la rapidez en la obtención de sus resultados, determinará su preferencia frente a otras pruebas diagnósticas.


Estadística avanzada. Los errores de las pruebas diagnósticas

Para medir el error que comete una prueba diagnóstica, el primer paso es saber cuántas veces acierta entre los enfermos y cuántas entre los sanos, obteniéndose probabilidades o porcentajes llamados respectivamente sensibilidad y especificidad. Por ejemplo, una de las pruebas diagnósticas existentes para la detección precoz de cáncer de próstata tiene una sensibilidad del 82%, queriendo decir que la prueba dará positivo en 82 de cada 100 enfermos. Fallará, por tanto, en 18 de cada 100 hombres enfermos, diagnosticando que no tienen cáncer cuando en realidad sí lo tienen. Por otro lado, la especificidad de esta prueba es del 76%. Ello quiere decir que al aplicarla sobre 100 hombres sanos acertará, dando un resultado negativo, en 76 de ellos y se equivocará, dando un resultado positivo, en 24.


Debido a que es muy difícil que una prueba diagnóstica obtenga al mismo tiempo resultados excelentes de sensibilidad y de especificidad, es clave decidir qué probabilidad interesará más. Si se trata de una prueba para detectar una enfermedad contagiosa, grave o que mejora mucho con su tratamiento precoz, como es el caso de la prueba anterior sobre cáncer de próstata, interesará que la sensibilidad sea muy alta, es decir, que detecte bien a todos los enfermos. Si por el contrario la enfermedad es difícil de tratar, el tratamiento supone un riesgo, cambia la vida de la persona o tiene cierto estigma, lo que interesa es que la prueba sea muy específica, es decir, que detecte bien a todas las personas sanas.


Los siguientes pasos para profundizar en la medición de los errores de las pruebas diagnósticas tienen que ver con los conceptos de valor predictivo y Curva ROC, que explicaremos en próximas actualizaciones de Divestadística.


Para finalizar, es muy importante, tanto para el médico como para el paciente, disponer de fácil acceso a la información sobre el acierto y el error de las pruebas diagnósticas que se aplican, así como realizar esfuerzos para comunicar sus resultados de la manera más empática posible. Esto ayudará sin duda a seguir mejorando la calidad de la atención y, por lo tanto, la satisfacción, calidad de vida y bienestar de las personas usuarias de los sistemas sanitarios.

 

 Enero de 2011


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